Si se pueden consumir los cambures afectados por el hongo Foc R4T
Ante la declaración de Emergencia Fitosanitaria por parte del Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (INSAI), debido a la situación causada por el hongo Fusarium oxysporum f.sp. cubense, Raza 4 Tropical (Foc R4T), agente causal de la Marchitez por Fusarium en musáceas, se han estado difundiendo algunos mensajes de alarma que no se corresponden con la realidad.
En efecto, el pasado 19 de enero, el INSAI procedió a declarar la emergencia, “ante la presencia de la plaga Foc R4T, en los estados Aragua (municipios Zamora y José Ángel Lamas), Carabobo (municipio San Joaquín) y Cojedes (municipio Anzoátegui, Parroquia Cojedes), según los resultados arrojados por los análisis fitosanitarios moleculares, emitidos por los Laboratorios de Virología y Biotecnología Vegetal del Instituto Venezolano de Investigaciones científicas (IVIC) y la Clínica de Enfermedades de Plantas de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela (UCV)”
La Marchitez por Fusarium es una enfermedad que afecta las plantaciones de cambures, plátanos y topochos, produciendo marchitamiento y muerte de las plantas. Es causada por el hongo Foc R4T que habita en el suelo y forma estructuras de resistencia que permiten que sobreviva por más de 30 años, lo que hace difícil su manejo. No se le puede controlar con fungicidas ni erradicar del suelo con fumigantes. Su capacidad para sobrevivir en el suelo, junto con su impacto letal y su amplia gama de huéspedes, se encuentran entre las principales razones por las que esta clasificado como la mayor amenaza para la producción de musáceas a nivel mundial.
En virtud de ello el INSAI también ha prohibido “el traslado de material de propagación de musáceas (banano, plátano y topocho) en zonas afectadas por el hongo Foc R4T”, que para los momentos están ubicadas en los estado Aragua, Carabobo y Cojedes.
En lo respecta a la salud humana y animal, NO existe riesgo alguno. Tampoco afecta el comercio internacional de plátano y banano.
Está científicamente probado que esta enfermedad sólo afecta las raíces, el tallo y otras partes de las plantas de cambures, plátanos y topochos. Los frutos no son portadores del hongo y por tanto no hay peligro alguno por el consumo de la fruta. Además, por la capacidad del hongo de destruir las plantaciones rápidamente, es muy difícil que una planta afectada llegue a producir frutos comerciales.