En 1952, la Compañía Shell de Venezuela, luego de analizar varias alternativas, creó el Servicio Shell para el Agricultor, conviniéndose en que sería un departamento no comercial de la empresa, destinado a brindar asistencia técnica gratuita a los agricultores. La sede definitiva se estableció en un potrero abandonado de la hacienda Paraima, distante unos de tres kilómetros de Cagua (Aragua)