La producción y el uso de biofertilizantes agropecuarios ha venido incrementándose, especialmente por el empleo de inoculantes bacterianos, fertilizantes biológicos y mejoradores del suelo, con la particularidad que aproximadamente el 80% de ellos son productos nacionales. Estos resultados solo son posibles gracias al esfuerzo conjunto realizado por los actores responsables del desarrollo de los bioinsumos agrícolas. **Ud puede ver la grabación completa de este seminario pulsando** [Aqui](https://youtu.be/2aN3Z3sCtq8)
Las distintas experiencias latinoamericanas en el avance de los bioisumos agropecuarios, nos indican que las políticas públicas debidamente armonizadas con el ecosistema de los emprendimientos locales (pequeñas empresas y artesanos) y las multinacionales, constituyen un vigoroso instrumento para el desarrollo integral de esta indispensable bioindustria en el camino hacia una agricultura sostenible.
Los bioinsumos constituyen un aporte tecnológico que permite el aumento de producción de materias primas provenientes del agro, en un contexto global de limitaciones crecientes en la disponibilidad de recursos naturales, y frente a la necesidad de desarrollar sistemas amigables con el medio ambiente, abriendo la posibilidad de reconciliar intereses opuestos en el ámbito agropecuario.
El pino es una moneda que no se devalúa. Cada día por su crecimiento se está actualizando. Bajo el punto de vista económico, higiénico, de vida, de patria, estamos creando país, estamos consolidando. De modo que los que se dedican al bosque deben sentirse orgullosos y deben prepararse para el reto que les demanda el futuro **(J.J. Cabrera-Malo)**
La introducción de tecnologías digitales a la agricultura ofrece múltiples beneficios necesarios para avanzar hacia sistemas alimentarios sostenibles, como por ejemplo, aumentar la producción, disminuir impactos en la salud y el ambiente, reducir asimetrías de información y oportunidades entre productores, y mejorar las condiciones de trabajo y de vida rural.
La visión de FUSAGRI es que la agricultura venezolana debe ser concebida como un proceso integral, circular, basado en la producción eficiente de biomasa, maximizando no solo la producción y sino también la utilización de esa biomasa, con una economía de repetición más que de escala, y principalmente enfocada al desarrollo sostenible e inclusivo.
Resumen incluido en **Experiencias exitosas en bioeconomía / IICA. Montevideo, IICA, 2013. (Paginas 80-84).** Esta publicación contiene experiencias diversas que incluyen países, condiciones económicas y sociales diferentes, para ilustrar las varias aplicaciones de la bioeconomía en marcha en el continente.